Quizás os pensabais que había desaparecido o que me había dado a la fuga después de tantos días sin dar noticias, pero no, aquí estoy tras unos días de relax y escapada. Días antes de hacer la maleta, entregué unos pequeños encargos para el Domingo de Ramos. Eran para tres pequeñas; dos hermanas mellizas, Noa e Iziar y su prima pequeña, Kelsi. La tela de la más pequeña la escogió su madrina, y tanto para ella como para las mellizas, ya tenían claro el modelo del vestido que querían.
El de la más pequeña, Kelsi tenía metros de vuelo y como anécdota, os diré que cada vez que venía a las pruebas, no paraba de girar y girar y de mirarse en el espejo.
Este vestido está hecho todo en plumeti, haciendo que sea una prenda de lo más fresca para el tiempo de calor que con tanta ansia estamos todos esperando.
Lleva dos capas, la primera blanca, y sobre esta la que da color a todo el vestido, rosa y asimétrica en el centro. ¡El efecto es total!
Como véis, nada de jaretón, simplemente un repulgo en ambas telas y perfecto.
¿Y qué me decís de la espalda? Escote en V, con esos volantes que a mi por lo menos, me recuerdan al sur y todos sus vestidos de flamenca. Para rematarlo, un gran lazo en blanco y también en plumeti.
Los vestidos de las mellizas Noa e Iziar, jugaban con los mismos tonos de rosa y blanco, pero esta vez la tela era algodón brocado y los detalles eran metros y metros de tira bordada en blanco y rosa. Ajustando la cintura, otro enorme lazo de popelín de algodón.
El cuello estaba rematado con la tira bordada plisada, y en lugar de mangas, las mismas tiras también plisadas y superpuestas. El efecto que hacía era fantástico.
Os dejo unos pequeños detalles del bajo y del interior.
Como os decía, en la espalda, el gran protagonista, el enorme lazo que culmina en el último botón.